El objetivo de este blog es fomentar el debate y el intercambio de experiencias acerca de una de las afecciones más comunmente extendida entre los jóvenes de entre 12 y 35 años: La resaca.

Desde que cumplí los 14 años, viernes tras viernes, sábado tras sábado, la ingesta de alcohol ocupa gran parte de mi tiempo libre. Son 14 años de mi vida bebiendo y fumando cual ballena blanca.

Sin embargo, lejos de aguantar con dignidad y compostura las embestidas del alcohol como correspondería a un atleta que ha invertido media vida en la repetición de un mismo ejercicio (y sobre el cual ha conseguido una absoluta pericia), mi capacidad para pillarme peonzas pisando corchos se hace cada vez más patente. Lejos quedaron aquellos tiempos en los que media docena de copas únicamente servían para quitar la sed.

Paralelamente a este proceso de pérdida de capacidad para, literalmente, tragar mares de alcohol etílico, estoy sufriendo -cada vez en mayor medida- procesos resacosos verdaderamente atroces, durante los cuales mi cuerpo sufre como el de un gusano clavado en un anzuelo.

Llegados a este punto, mi interés por el estudio y el análisis de las consecuencias y tratamiento de la resaca, se ha convertido en piedra angular de mi experiencia vital. Es por ello por lo que, con la publicación de este blog y la creación de la "Fundación Yosi de Lucha contra la Resaca", veo culminados unos sueños que, sin el apoyo de mi familia y el consejo de mis amigos, jamás hubiera conseguido alcanzar.

En subsiguientes publicaciones en este blog, trataré de hacer públicos los resultados de mis investigaciones sobre la fenomenología resaquil, proporcionándoos consejos y prácticas que os permitirán sobrellevar mejor los ardores de estómago, las lenguas de trapo, las encías hinchadas y los martillazos en la cabeza que caracterizan las jornadas de domingo.

Sin duda, apreciaré profundamente cualquier información, testimonio o sugerencia que vosotros, lectores, podáis proporcionarme.

Muchísimas gracias de antemano.